Ahora que el ejército colombiano ha eliminado al líder militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Víctor Julio Suárez Rojas -Alias "Mono Jojoy", la atención se centra en los 15 computadoras personales, 94 memorias usb y 14 discos duros externos que se hallaron en el búnker donde él y otros siete guerrilleros abatidos se refugiaban.
Se espera que la información de utilidad que pueda obtenerse de ellos sea más valiosa y numerosa que la sacada del computador de Raúl Reyes, quien también murió en un bombardeo del ejército en marzo de 2008. Principalmente, la esperanza es que se pueda obtener más datos sobre la ubicación y condición de 13 policías y 7 soldados que están en manos de las FARC.
La data quizás terminará otra vez creando conflictos diplomáticos entre los gobiernos de Colombia y Venezuela.
Al día siguiente de confirmarse la muerte de "Mono Jojoy", las FARC emitieron un comunicado en que aseguran insisten en lograr "una oportunidad para la paz, no para la rendición". Lo cierto es que con su política de secuestros, extorsiones, homicidios y bombazos contra ciudadanos, y su financiamiento a través del narcotráfico, las FARC han perdido casi todo el apoyo popular que alguna vez hubiesen tenido, y deben considerar seriamente abandonar la violencia. Los ideales que dicen abanderar deben ser explicados al hermano pueblo colombiano con argumentos y propuestas que puedan trasladarse al plano electoral, no con intimidación y muerte.