Grandes extensiones de tierra fértil son utilizadas en proyectos de ganadería extensiva y complejos habitacionales, lo que ocasiona una emigración de la gente del campo hacia las grandes ciudades.
Existe una gran demanda de proteína animal en la población, que día a día está en aumento. La utilización de ovejas y cabras en el sector agropecuario disminuye el uso indiscriminado de matamalezas, ya que ellas se alimentan de gran variedad de hierbas; y el porcentaje de humedad y fósforo en las excretas de estos animales es mucho menor con relación a otras especies.
La producción de carne ovina y caprina en el trópico panameño es ventajosa sobre otros animales de granja, dadas las condiciones de esta especie, tales como pequeño tamaño corporal, su condición de rumiante, la alta fecundidad y proliferación, el fácil manejo, la alimentación, y la adaptación a sistemas sostenibles como el silvopastoreo, el agrosilvopastoreo, sumado al hecho de que requieren de poca inversión en estructura, siendo una alternativa de producción accesible de bajo costo con demanda creciente.
El tamaño de estos pequeños rumiantes hace que generalmente sean fáciles de manejar. Sus albergues y corrales son sencillos de construir y menos costosos que aquellos que se necesitan para otro ganado.
Su tamaño también se asocia con pequeños rendimientos de carne por cabeza o de leche por hembra lactante. Pero estas cantidades son a menudo suficientes para las necesidades diarias de las familias con limitada capacidad para conservar excedentes. Igualmente, el bajo costo por cabeza de los requerimientos nutricionales significa que ovejas y
o cabras encajan mejor en los limitados recursos de las pequeñas fincas o las tierras marginales de pastoreo que no pueden sostener rumiantes grandes a lo largo del ciclo de producción. Más aún, los costos de capital más bajos por cabeza permiten pensar en un flujo de efectivo potencialmente más rápido, haciéndolas una inversión menos arriesgada y más costeable para los pequeños agricultores. En consecuencia, el impacto económico de las pérdidas es menor en las ovejas y cabras que en el ganado mayor.
