Me es imperioso ofrecer la merecida mirada retrospectiva hacia el extenso y tranquilo océano del pasado, pensando en los acontecimientos que le aportaron luminosos destellos a la historia, segregando cada uno de acuerdo con su peso específico y consignada valía. Pericles, político y orador ateniense (495-429 a.J.C), jefe indiscutible del Partido Demócrata. Tuvo una influencia profunda sobre sus ciudadanos con tendencias puramente benéficas e hizo del pueblo dueño de su propio destino.
Distinguido estimulador de las artes y las letras en su gobierno, también engalanó a Atenas con magistrales monumentos. El siglo más brillante de la Grecia Antigua llevó atinadamente su nombre. Dijo: nuestro gobierno no pretende imitar a ninguno de nuestros vecinos, somos, muy al contrario, un ejemplo para ellos. El Partenón, templo griego célebre, construido en el siglo de Pericles como una ofrenda a los dioses, con cuya ayuda habían creído los griegos derrotar a los persas sus tácitos enemigos y pertenece al periodo más maduro del arte clásico. La grande obra es atribuida al ingenio de dos destacados arquitectos del siglo V.a.J.C. Calícatres con Ictinos memorando a Atenea Parteno o Atenea Virgen. Y fue remozado con las magníficas obras escultóricas que hicieron famoso a Fidias, autor también del Zeus del templo de Olimpia cuya fama tan extensa en la Hélade, que se consideraba una desgracia morir sin haberlo conocido. Imposible señalar el estilo sublime de la arquitectura griega sin antes mencionar a Fidias y sus colaboradores.
Es controvertible perorar acerca de la poesía obviando la obra monstruosa de Píndaro poeta lírico, con amplio panorama fino e imaginativo, apoyado en contribuciones conocidas por casi todos sus contemporáneos, donde sobresale el lenguaje lleno de atisbos, de fugaces resplandores, como el mar sacudido por el viento. Se estima que nació en 521 y murió en 441 a.J.C. Esta es una sinopsis a manera de pinceladas servidas al estudioso joven actual, datos curiosos inigualables, piedras fundamentales de la civilización.
