Cuando mi mam� pas� los ochenta a�os se qued� sin conocidos. S�lo su amiga la maestra Chepote exist�a. Era doloroso o�rla hablar de la familia que ya se hab�a ido al m�s all�, as� como las amigas y conocidas.
El otro d�a cuando visit� su tumba en el cementerio, not� la soledad del sitio. Aunque a lo lejos unos familiares limpiaran una tumba, sus restos estaban descansando en paz... solos!.
Dicen que la gente muere cuando es olvidada. En ese sentido mis padres, t�os y amigos que ya se fueron no han muerto para m�.
Con frecuencia los recuerdo, aunque eso me cause dolor. �Cu�ntas cosas no dije a tiempo!, me reprocho.
Recuerdo cuando era ni�o y mi madre nos llevaba el d�a de los Difuntos al viejo cementerio Amador. Lo que quedaba de la familia de origen italiano Vaccaro, se reun�a ante la tumba del abuelo Tomassino.
Era la ocasi�n para conversar con algunos primos o nos ve�amos en todo el a�o. Tambi�n recib�amos alg�n comentario o caricia de las t�as.
Con los a�os el grupo fue disminuyendo... y aumentando las tumbas de los parientes.
Ese d�a se hablaba bajito en la casa. La abuela se refer�a a los hijos muertos como si existieran todav�a. Los ni�os respet�bamos la fecha para no molestar a los adultos.
Pienso que no hay que esperar el D�a de los Difuntos para visitar las tumbas o criptas de nuestros difuntos. Por eso yo me doy cada cierto tiempo una vuelta por el cementerio a ver la de mi madre, fallecida hace m�s de un a�o.
Aunque no sea el momento m�s adecuado, me permito recomendar a las personas que tienen alguna propiedad, que arreglan �los papeles�. As� se sientan m�s fuertes que un toro, es mejor disponer de sus pertenencias de manera clara y justa.
He conocido familias que se disgustaron luego de la muerte de los padres, por la arrebati�a de sus bienes.
Hermanos que se aprovecharon de otros y se quedaron con la herencia, son relatos que ocurren con frecuencia.
A muchos paname�os les molesta hablar de testamentos y �arreglos� de bienes. Como dicen algunos, �lo �nico seguro que tenemos en la vida es la muerte�.
Es lamentable que se tengan malos recuerdos de los seres queridos, por incidentes lamentables ocurridos luego de su muerte.
A nuestros difuntos hay que recordarlos en sus mejores momentos. Aceptar que sus fallas �fueron de humanos�, aunque a veces eso no sea f�cil de aceptar.
Y no dedicar, solamente unas horas al a�o para honrar su memoria...