Matti Hootoga hab�a sido uno de los peores bandidos de las estepas de Finlandia y Rusia. Los cr�menes que hab�a cometido en su vida eran tantos y de tal gravedad que aun los jueces y criminalistas se impresionaban s�lo de o�rlo. Cuando cay� por fin preso, pesaba sobre �l la pena de muerte.
En eso lo visit� en la c�rcel una joven que acostumbraba leerles la Biblia a los presos. El bandido quiso burlarse de ella, as� que le dijo:
�Si usted es capaz de aplicar a mi vida cualquier vers�culo que yo le mencione, voy a creer en sus palabras.
�D�game el vers�culo �le contest� la joven.
�A ver este �continu� Matti�: � Dios , en el principio, cre� los cielos y la tierra.�
La joven no se desanim�, sino que le explic� al bandido:
�As� como Dios cre� los cielos y la tierra, cre� tambi�n su cuerpo y su alma. Usted pertenece a Dios, y Dios lo quiere para �l.
�Siga hablando �le dijo Matti, interesado.
La joven, que era la famosa Matilde Graves, gran cristiana finlandesa, sigui�:
�El siguiente vers�culo dice: �La tierra era un caos total, las tinieblas cubr�an el abismo, y el Espiritu de Dios iba y ven�a sobre la superficie de las aguas.� �Entiende esto, Matti Hootoga? Su alma, debido al crimen, est� llena de tinieblas y al borde del abismo.
�Siga �insisti� el preso.
La joven Matilde hab�a le�do G�nesis, cap�tulo 1, vers�culos 1 y 2.
�Con mucho gusto �le dijo�. Ahora escuche la lectura del vers�culo 3: �Y dijo Dios: ��Que exista la luz!� Y la luz lleg� a existir.�
��Qu� quiere decir eso? �inquiri� interesado el preso.
Y la joven, con toda calma y cari�o para el condenado, explic�:
�Que si usted est� dispuesto a aceptar el perd�n de Dios, la luz alumbrar� su alma, y usted ser� cambiado en otra persona. Ya no andar� m�s en tinieblas, sino que Cristo ser� la luz de su vida. Estall� en sollozos y clam� a Dios que iluminara su degradado coraz�n y cambiara las tinieblas de su vida en un valle de luz. Pero Cristo es la luz que alumbra a todo el que viene a este mundo.