Para los comunicadores sociales de este país de medios escritos, radiales y televisivos, la fecha de hoy sirve para expresar públicamente el orgullo que todos debemos sentir por el servicio que a diario ofrecemos al país.
Sin embargo, la celebración de un nuevo día del periodista debe incluir un elemento de autoreflexión y de evaluación sobre ese mismo servicio, sobre la unión del gremio periodístico, sobre la preparación de nuestros jóvenes que estudian la carrera a nivel universitario, y hacia dónde se dirige la profesión en este país.
No hay duda de que los periodistas -los buenos periodistas- están entre los profesionales más dedicados, sacrificados, tenaces, audaces y determinados con que cuenta este país. Se enfrentan a toda una serie de obstáculos para llevar a la ciudadanía hechos de interés social investigados, editados, ordenados y masticados para que sean fácilmente absorbidos por la audiencia y lectores.
Esto requiere amor y vocación por la profesión, además de consideración y respeto constante hacia el público, la ciudadanía y el país.
Y por esta misma consideración hacia ellos, es que todos los periodistas necesitamos capacitarnos constantemente, tal y como hacen los medicos y los profesionales de carreras tecnológicas. Los periodistas panameños necesitamos mejorar en el aspecto del dominio del idioma y los conocimientos generales, así como en la capacitación contínua.
Sólo así podemos dar información balanceada, precisa y acertada sobre los fenómenos que nos afectan a todos. Sólo así podemos estar bien calibrados como comunicadores para transmitir al público la verdad tal y como es.