Señor Presidente Martinelli, usted es un buen presidente, pero la velocidad de marcha que usted le está imprimiendo al acelerador de su gobierno, está abriendo muchas brechas (no trochas), que en lugar de tener los efectos buscados, lo que está causando es confrontación en casi todos los sectores. Frente a esta realidad, a continuación le regalo el siguiente decálogo:
1- Piense antes de hablar.
2- No prometa lo que no pueda cumplir.
3- Recuerde que "lo cortés no quita lo valiente"
4- No sea ingenuo ni confiado... tenga malicia, mire en todas las direcciones.
5- Recuerde que, "La conciencia que tiene precio no es más que una mercancía.
6- El enemigo nunca duerme...; �Desvélese!
7- El país necesita muchas y buenas obras, pero también de mucho pan.
8- La Libertad de Prensa es su arma de combate... no la conculque ni soslaye.
9- �Quiere seguir teniendo enemigos?; �siga diciendo la verdad!
10-Crea en los hombres, pero confíe más en Dios.
Allí los tiene, Señor Presidente, diez pautas que, seguidas, usted podrá sobrevivir a casi todas las necesarias críticas (buenas o malas) que le hagan tanto amigos como adversarios, de modo que su gestión de gobierno pueda pasar la 'prueba de fuego' durante el resto del tiempo que le queda como presidente de todos los panameños, sin traicionar su criterio ni sus principios. En otras palabras, �no claudique!
SIN EMBARGO...
El momento es propicio para que usted corrija el rumbo de la nave geopolítica que está conduciendo, tanto nacional como internacionalmente... pero hágalo con gallardía, con estatura de estadista, pero, sobretodo, con inconfundibles matices de un genuino nacionalismo salido de su auténtico deseo de servir a su patria y a sus compatriotas. �Qué pasa bambino! Despierte que las hormigas se lo pueden llevar.
