La vida no nos deja de sorprender. Vivimos una época que nos hace ver cambios constantes y que nos dejan con la boca abierta. Una vez se da esta situación, es oportuno pedirle a Dios la sabiduría necesaria para sacarle el mejor provecho posible a esa transformación que se ha dado en nuestras vidas.
Esta semana pude ser testigo de vivencias de personas que han sido sometidas a pruebas, que han llegado a tocarles tan profundo, a tal punto que les ha hecho cambiar su forma de ser, y llegar a replantear su conducta y valorar lo que se tiene y con lo que se cuenta.
En una sala de belleza, una cliente, de edad madura, le comentaba a su estilista, mientras se regalaba unos arreglos a su imagen, lo feliz que había sido durante los diez años que compartió con su pareja. Era el hombre perfecto, decía. El me amaba y yo igual. Fue una relación demasiado buena, casi imposible de vivirla hoy día, hasta que un día, su compañero abandona el hogar, pues encontró en otra mujer esos detalles que ella, por sentirse tan segura de la relación, llegó a olvidar. Fue impactante, exclamó. Jamás pensé que me podía suceder, pero sucedió.
La mujer recuerda que se le olvidaron esos detalles que hacen que la relación no sea monótona y que son esenciales para mantener Viva, Crítica en Línea esa llama de amor, a pesar del transcurrir de los años. Olvidó que hoy día las mujeres, además de superarse académicamente, luchan por el éxito profesional y están muy pendientes de su imagen, de mostrarse elegantes y bellas, mientras las amas de casa, algunas, se sienten tan seguras de sus maridos que olvidan cuidar su figura y su aspecto personal, hasta para estar en casa. Inclusive, no muestran interés por instruirse, de manera que puedan sostener una conversación con su pareja.
La experiencia vivida por esta mujer, que quizás sea la de muchas parejas aquí en mi Panamá, el país de las oportunidades, nos lleva a reflexionar sobre la tentación que a diario se ve sometido el matrimonio, y que un cambio de actitud puede hacer la diferencia.
Tanto el hombre como la mujer tienen un compromiso con el hogar que han decidido fundar; ambos deberán dar su aporte para lograr que la pasión se mantenga viva por siempre, pese a los peligros que nunca dejarán de existir!
