La ciudad mexicana de Villahermosa, que durante dos semanas estuvo prácticamente bajo el agua después de intensas lluvias y desbordamientos de ríos, comenzó a ser fumigada ayer desde el aire y por tierra para evitar brotes epidémicos.
En el operativo, donde participaron por aire dos avionetas y por tierra unas 25 camionetas, busca evitar la proliferación de mosquitos.