Las imágenes del cerebro de personas que están mintiendo es diferente a las de quienes dicen la verdad, y ello podría anunciar el comienzo del fin de los detectores de mentiras, revelaron ayer investigadores estadounidenses.
"Es posible que haya zonas del cerebro especializadas en el engaño y éstas podrían ser medidas" con imágenes de resonancia magnética, dijo Scott Faro, director del Centro de IRM de la Escuela de Medicina Temple, en Filadelfia. De la misma forma en que hay zonas "de engaño", también "podría haber zonas e únicas del cerebro de la verdad".