Eran tres hermanas, mantenían varios años de diferencia. Lastimosamente, una por una fueron falleciendo en el año 2008. Su enfermedad se basaba en la falta de fútbol, falta de motivación y malos resultados; una triste historia, parecida a la que vivieron todas las selecciones de fútbol de Panamá, contando Sub-17, Sub-20, Sub-23 y la "Mayor" entre la pesadilla del peor año futbolístico de la historia panameña.
Panamá, cayó eliminada prematuramente de La Copa Mundial de Sudáfrica 2010. De manos de El Salvador, que con poco fútbol supo dejar afuera a un país como Panamá, que venía subiendo su nivel internacionalmente.
En ese momento se borró un gran sueño. Fue como una bofetada para los panameños que siguen el fútbol. No lo podían creer. Hubieron lágrimas, llantos y mucha tristeza, que rompieron los corazones de los fanáticos de la "Marea Roja" en ese fatídico encuentro el domingo 22 de junio.
Pero la vida intentó curar las heridas. Los panameños otra vez tomaron un poco de confianza y creyeron que pronto tendrían algo con que celebrar.
Sin embargo, esa felicidad nunca llegó. Pues, otra selección de Panamá fracasaría nuevamente esta vez se trataba de la selección Sub-20, la cual tenía el compromiso de tratar de borrar de la mente de los panameños la triste eliminación del Mundial 2010, pero no lo lograron.
Los "Rojillos" cayeron eliminados en el repechaje contra Honduras. No logrando la misión de mantener el nombre de Panamá entre los 24 mejores países que participan en los torneos mundiales Sub-20.
Faltó mejor dirección técnica, una buena organización y mejores partidos de preparación contra rivales de largo recorrido internacional.
La selección Sub-20, careció de ideas, y de esa forma no pudo cumplir un compromiso que tenía con toda una nación. El cual era clasificar al cuarto mundial Sub-20 de forma consecutiva.
Ese fue otro golpe duro para el fútbol panameño. Ver caer a las dos selecciones que prometían alegrías a toda una nación.
La Sub-23 cayó con Costa Rica, y Estados Unidos, ganándole a Cuba 4-1, pero no bastó y vino otro fracaso de un equipo criollo, esta vez en el Preolímpico.
Como decía una canción, �El tiempo pasó y me recuperé!, y llegó el momento de la Sub-17. Los panameños miraban el horizonte creyendo en otra selección.
Los dos partidos de los menores de 17 años contra Estados Unidos en partido de preparación, se descubrió un potencial increíble que debía ser tomado en cuenta.
Los pequeños jugadores, viajaron a Italia, a realizar una preparación de dos meses. Fue increíble esa preparación. Se mandaban notas y resultados que demostraban una diferencia futbolística de los panameños frente a los italianos.
La Sub-17, tuvo un excelente paso por tierras transalpinas, golearon, aprendieron y se enfrentaron de forma muy regular a equipos filiales del fútbol italiano.
El equipo panameño regresó a Panamá a disputar su cupo al Pre-mundial de México 2009.
Los rivales de Panamá serían Honduras y Belice, que entre los papeles parecían inferiores.
Llegó el primer encuentro, fue contra Honduras. El público panameño pensó que los canaleros ganarían fácilmente pero no fue así. Perdieron 1-0.
Ahí fue el comienzo de la desgracia, pues de esa derrota los jugadores locales quedaron un poco tocados.
Fue algo trágico. Tener que ir al repechaje, para ver si se llegaba al Pre-mundial.
Pasaron los días y el ambiente era muy seco para la selección. Y los fantasmas llegaron y se comieron a Panamá el lunes. No pudieron contra Guatemala, y quedaron a un paso de estar en México.
El empate les bastaba pero, la falta de concentración los acabó. Los mató.
Panamá vivió la pesadilla más grande del fútbol de Panamá. No clasificaron y los fanáticos lloraron.
De esa forma se cierra un año de tormentos para una pequeña nación. Para todo un Istmo.
