Los ministros de Exteriores de la OTAN acordaron ayer no acelerar el plan para la adhesión de Georgia y Ucrania y, en cambio, decidieron reanudar los contactos con Rusia, suspendidos en agosto tras el conflicto georgiano.
A pesar de este nuevo, aunque esperado, "no" a Tiflis y Kiev, la reunión ministerial de la Alianza acordó potenciar la cooperación política y militar con ambos países para avanzar y facilitar en lo posible el proceso de incorporación.
Georgia y Ucrania "han hecho progresos, pero los dos tienen aún trabajo que hacer" en su camino hacia la integración, afirmó el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, en una conferencia de prensa.