Deportes - 29/4/19 - 12:00 AM

‘Metro campeón, duélale a quien le duela’

Jugadores del equipo de Panamá Metro reciben su trofeo de campeones en el estadio Kenny Serracín de David. Foto: Mayra Madrid

José Murillo III, técnico bicampeón. Foto: Anayansi Gamez

Por: Carlos Castillo Jiménez ccastillo@epasa.com - Lunes 29 de Abril de 2019 12:00 AM

El capitalino José Murillo III hizo historia la noche del pasado sábado en Chiriquí, al convertirse en el primer técnico que gana títulos consecutivos con diferentes provincias en el béisbol mayor, y en medio de la celebración le envió un mensaje claro a sus detractores: “Metro campeón, duélale a quien le duela”.

Murillo, un técnico ganador en todas las categorías de la pelota criolla, guió a Panamá Metro para que derrotara a Chiriquí en seis duelos y le arrebató el título que el propio estratega le ayudó a conseguir en el 2019, cuando dirigió a los del Valle de la Luna.

En la serie final entre chiricanos y metropolitanos, Murillo III fue objeto de burla por gran parte de la afición contraria que le dedicó canciones del ya fallecido artista mexicano Juan Gabriel, situación que no fue del agrado del timonel citadino.

Durante la celebración del sexto partido, en el estadio Kenny Serracín, los chiricanos se organizaron para llevar a un grupo de mariachi y seguir con el “vacilón” contra Murillo III, sin embargo luego de cuatro entradas de festejos, risas, coros y hasta la ola humana, la ofensiva de Metro se encendió y comenzó a silenciar el nuevo coliseo chiricano.

Tras jugarse cuatro capítulos completos, Metro perdía 3-2, no obstante, en el arranque del quinto fabricó un racimo de seis carreras, volteó la tortilla 8-3 y nunca más perdió la ventaja. Chiriquí descontó con una en el cierre de esa entrada, los metrillos sumaron tres más en la sexta, los del Valle de la Luna anotaron tres de inmediato y allí terminó la historia 11 carreras por 7.

Los siguientes tres capítulos del juego fueron prácticamente de mero trámite, ninguno de los dos equipos activó la registradora, después del cierre de la octava comenzó la procesión del silencio, la afición abandonó la gradería y al finalizar el juego los chiricanos no se quedaron ni para ver a sus jugadores recibir su medalla de subcampeones nacionales.