Grecia: el ministro Yanis Varoufakis dimitirá si gana el sí
A la pregunta de Bloomberg Television sobre si todavía estará en su cargo el lunes por la noche si los griegos votan por el "sí", Varoufakis respondió: "No estaré.
Por: BBC / Mundo -
El ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varoufakis, declaró este jueves que si los griegos votan mayoritariamente por el "sí" en el referendo del próximo domingo, presentará su dimisión.
De esta manera, Varoufakis vinculó su futuro con el resutlado de la votación y precisó que renunciará si el llamado del gobierno a votar por el "no" a los términos del rescate establecidos por la troika -Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Montetario Internacional- es ignorado.
A la pregunta de Bloomberg Television sobre si todavía estará en su cargo el lunes por la noche si los griegos votan por el "sí", Varoufakis respondió: "No estaré. Personalmente no firmaré otro acuerdo ampliado y fingido".
Los bancos griegos permanecen cerrados este jueves por cuarto día consecutivo.
Lo más probable es que el gabinete de Tsipras caiga si los votantes respaldan el plan de rescate que él ha rechazado por considerarlo una "humillación" para Grecia.
Su coalición ya está en peligro porque una serie de diputados del partido de los Griegos Independientes, su socio menor en la alianza de gobierno, dijeron que apoyarán el "sí".
Tsipras y Varoufakis consideran que Atenas puede negociar mejores condiciones para el rescate, incluyendo una reducción de la deuda, si los votantes rechazan los términos de la última oferta de la eurozona.
En este sentido, Tsipras intentó trasladar este jueves un mensaje de calma a la población al asegurar que habrá un acuerdo con los acreedores después del referendo del domingo.
"No se debe trasladar a los ciudadanos más alarmismo. Tendremos un acuerdo 48 horas después del referendo", señaló Tsipras en una entrevista en la televisión griega Antena.
Más allá de la consulta, el Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó este jueves que la necesidad de financiación de Grecia entre 2015 y 2018 se cifra en 50.000 millones de euros (unos US$55.500 millones), por lo que incluso bajo el plan presentado por los acreedores internacionales necesitará 36.000 millones de euros (US$40.000 millones) más por parte de los socios europeos.