Consejo de Seguridad frenó pesquisas de Cedeño en la Policía
La detención del mayor Alex Cedeño y sus unidades, miembros de la Unidad de Asuntos de Frontera, en medio de una operación antinarcóticos, fue armada por los jefes del Consejo de Seguridad para evitar que avanzaran en una serie de operativos de inteligencia que estaban descubriendo vinculaciones entre el narcotráfico y oficiales de la Fuerza Pública.
Esta explosiva afirmación fue hecha por el mayor Cedeño durante una indagatoria que se extendió desde el 12 de abril de este año, hasta el 17 de abril.
En la indagatoria, Cedeño menciona con nombre y apellido a miembros del Senafront, y hasta oficiales cercanos a jefes policiales que fueron descubiertos movilizando droga, y también se refiere a las muertes violentas y desapariciones de dos subtenientes en Chiriquí y Alcalde Díaz.
Esos detalles figuran en un informe de 10 páginas fechado el 3 de julio de 2016, que fue entregado a sus superiores.
Uno de los comisionados le respondió que "no había necesidad de descubrir este tipo de novedades dentro de la institución", pero que lo consultaría con sus superiores. La respuesta nunca llegó.
El mayor Cedeño también señala que en sus investigaciones se identificó colaboradores del narco dentro de las filas de la Policía, pero no hubo sanciones ni procesos disciplinarios para ninguno.
El 25 de octubre de 2016, el mayor Cedeño, junto a miembros de su unidad, fueron sorpresivamente detenidos por el Consejo de Seguridad, cuando desarrollaban una operación antidrogas y se les formuló cargos de asociación ilícita. Esto a pesar de que el fiscal de drogas, Markel Mora, conocía de antemano de la referida operación en la que se encontraban.
Según el mayor Cedeño, una de las razones por las cuales el jefe del Consejo de Seguridad, Rolando López, así como Jacinto Gómez y Bolívar Medina, le levantaron expedientes falsos y presionaron a testigos para declarar en su contra, fue dar un “golpe” para "invadir" la Dirección de Investigación Policial (DIP), apoderarse de los informes que hasta la fecha había recabado la Unidad de Frontera, y de esa forma "interrumpir" sus avances en la investigación de lavado, narcotráfico, y corrupción en la policía.
Esto, dado que la Unidad de Asuntos de Frontera no respondía al Consejo de Seguridad, sino que trabajaba y era financiada directamente bajo el paraguas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos; con el conocimiento del director de la Policía Nacional, Omar Pinzón y el jefe de la DIP, José María Huertas.
Cedeño, de 37 años y 17 años de servicio en la Policía, llegó a la Unidad de Frontera en el 2011 procedente de la DIJ. El que lo recomendó para esa posición fue el hoy director de la Policía, Omar Pinzón.
Alex Cedeño recibió de herencia en el 2012 a un informante, apodado "Kike", que daba datos valiosos que dieron pie a varias operaciones antinarcóticos, como la operación Camaleón, la operación Lancero, la operación Boomerang y la operación Rastro Verde.
Pero, sorpresa. ¿Saben quién le presentó a esa fuente? Nada menos que el subcomisionado Daniel Arroyo, quien para entonces era el jefe de la Unidad de Frontera y ahora es la mano derecha de la Procuradora y antigua subdirectora del Consejo de Seguridad, Kenia Porcell.
El expediente levantado contra Cedeño pone al descubierto el oficial estaba acercándose a las operaciones del jefe del Clan del Golfo, “Otoniel”.
En tanto, Ronier Ortiz, abogado de Cedeño, dijo que se han dado amenazas contra su cliente, incluso tras una indagatoria fue trasladado con un sargento y un custodio que manejaba el vehículo; cuando ya estaban próximo al Corredor para ir a la Joya, el chofer intempestivamente cambió de ruta con rumbo a Betania, pero el policía sospechó que había algo raro y llamó a un patrulla. Es probable que lo querían matar, añadió.