Dolorosa despedida de Saray y Nicole

Dolorosa despedida de Saray y Nicole

Dolorosa despedida de Saray y Nicole

Dolorosa despedida de Saray y Nicole

Dolorosa despedida de Saray y Nicole

Por: Jorge Luis Barría / Crítica Impreso -

¡Amigas hasta la muerte! Fue la consigna que mantuvieron Saray Percival y Nicole Bonilla, quienes crecieron juntas corriendo entre las veredas del sector de la 9 de Enero, en San Miguelito.

Unión que tuvieron hasta el día de su muerte e inclusive hasta el día de su sepelio, ya que ayer, familiares, vecinos y amigos de las jovencitas, llegaron hasta el área para darle el último adiós en los cultos de despedida que les realizaron en dos iglesias evangélicas del sector.

En ambas iglesias las lágrimas se confundían con el sudor, por el calor que hacía producto de la gran cantidad de personas que las abarrotó, pero lo que sí fue notorio, era el rostro de tristeza de los presentes, quienes no podían ocultar el dolor.

En el templo La Roca de la Salvación, despidieron a Nicole, un sol radiante intensificaba el calor dentro del recinto, en el que unos abanicos y aires acondicionados no hacían su mayor trabajo de refrescar.

El llanto se podía escuchar en cada esquina dentro del templo, muchos de los presentes vestían de blanco, otros utilizaban un suéter con la fotografía de Nicole, con mensajes -eran diferentes estilos-, en su gran mayoría los portaban amistades y familiares cercanos.

El ataúd, totalmente blanco, en el que estaba el cuerpo de Nicole, se hallaba ubicado en el medio del templo, y custodiado por el grupo de escoltas femeninas de la escuela Artes y Oficios, quienes, uniformadas con atuendo marino, permanecieron en pie a ambos lados del féretro.

Sobre el ataúd estaba colocada una fotografía en blanco y negro de Nicole, en ella posaba con el puño en su pómulo y un sombrero pinta’o y en la parte frontal un arreglo de girasoles con palmas.

Cerca de una hora demoró el culto, en el que, entre intervalos, mientras el pastor leía la palabra, solo se escuchaban los gritos de dolor de la señora Gloria Edith de Bonilla, madre de Nicole. “¡Esa es mi niña, es mi princesa!”, decía la madre, mientras la abrazaba uno de sus hijos.

Familiares subieron a la tarima del templo y agradecieron a todos los presentes su asistencia al sepelio, en la que hicieron mención sobre cómo fue la vida de la joven. Una de las que subió fue su maestra de infancia, quien leyó una resolución de duelo y finalmente expresó: “Yo le decía mi niña”, y dejó claro el dolor por la pérdida.

Después que los presentes vieron por última vez el cuerpo de Nicole, cargaron su ataúd en medio de una calle de honor hasta bajarla al carro fúnebre, donde fue colocada, y en una caravana la llevaron hasta el cementerio Praderas de la Paz, para ser sepultada.

Mientras que en el templo Fuentes de Agua en Sequedad, a pocos metros de la casa de Saray Percival, otro gran número de vecinos, moradores y amistades, llegaron para darle también el último adiós.

El cuerpo de la joven universitaria estaba dentro de un féretro blanco con franjas rosas, en tanto que a la entrada del templo había una fotografía con un libro de firmas, para que los presentes dejaran plasmado su apoyo en el momento difícil.

El pastor, casi al concluir el culto, llamó a todos los presentes cerca del féretro y empezaron a orar por la familia de Saray, para que asimilaran la pérdida. “Declaramos fortaleza sobre ustedes”, dijo el siervo, mientras oraba por ellos.

Pocos minutos después, en una pantalla colocada en la parte frontal de la iglesia, empezaron a reproducir un video, con la música del grupo Tercer Cielo, "Yo te extrañaré", en la que mostraron las mejores fotografías de Saray, desde el momento en que su mamá la tenía en su vientre hasta la celebración de sus 20 años.

Los presentes no pudieron contener el llanto al ver las fotografías, que solo quedarán en recuerdo de la joven.

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