Grupos civiles y sindicales protestan contra la corrupción y reforma electoral
Con banderas y carteles en mano, cientos de manifestantes y sindicalistas gritaban consignan cuando llegaron a los predios de la Asamblea Nacional de Diputados.
Panamá- Grupos civiles y sindicales marcharon este lunes desde el Parque Porras, en avenida Perú, hacia la Presidencia de la República, para protestar contra la corrupción, la reforma a la ley electoral, el desempleo y el mal manejo del gobierno del presidente Laurentino Cortizo en medio de la pandemia, entre otras exigencias.
Con banderas y carteles en mano, cientos de manifestantes y miembros del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), del Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (Frenadeso), de la Asociación de Profesores de la República de Panamá (Asoprof), entre otros, gritaban consignan cuando llegaron a los predios de la Asamblea Nacional de Diputados.
Por su parte, en la Asamblea un contingente de unidades de Control de Multitudes de la Policía Nacional, custodió el hemiciclo parlamentario para evitar que los manifestantes se acercaran, para lo cual colocaron decenas de vallas, que junto a la multitud de personas obstaculizaron la circulación vehicular a la altura de la Plaza 5 de Mayo a últimas horas de la tarde de hoy.
Durante la manifestación pacífica, el dirigente del Suntracs, Saúl Méndez, dijo que ellos estaban "reivindicando un real democracia para el país", ya que "eso que llaman democracia excluyente corrupta, que ha convertido al Estado panameño en una lavandería, debe parar".
Según Méndez, con esta protesta los sindicalistas están reclamando que los panameños tengan un "salario y trabajo digno, agua potable, vivienda, salud y educación pública" digna para el pueblo.
Luego de pasar por la 5 de Mayo, los manifestantes se dirigieron hacia los predios de la Presidencia de la República, pero un dispositivo de seguridad evitó que se acercaran al Palacio de las Garzas, por lo que recorrieron las calles de Catedral mientras gritaban que "esta lucha no es de unos, esta lucha es de todos", y quemaron un muñeco que representa a la minería.