Moradores de Brooklincito protestan por el mal actuar de las autoridades
La molestia se desató, al ver en los terrenos que se han demolido algunas casas, una retroexcavadora que aplanaba el territorio.
Los moradores del sector de Brooklincito en el corregimiento de Curundú se cansaron del supuesto hostigamiento por parte de las autoridades y salieron a protestar en la vía principal de la vía Ricardo J. Alfaro.
Señalan que no se oponen a que se haga un buen proyecto, sino porque no se han tomado las mejores acciones. Aseguran que no es solo ofrecerles los $1 mil 200 para que se vayan así por así.
Los residentes recalcan que desde hace algunas semanas han estado siendo amenazados para que desalojen sus viviendas y con una retroexcavadora del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot), ayer dañaron un terreno (huerto) que ellos prepararon para siembra de productos agrícolas.
Mercedes Pérez, residente, explicó que hace uno días han estado llegando unidades policiales con personal del Miviot quienes les han entregado citaciones para la Casa de Justicia Comunitaria de Paz.
El pasado miércoles, los lugareños se presentaron ante el juez de paz, pero allá se les informó que ellos no tenían nada que ver con eso, ya que era competencia del Miviot, según Pérez.
“Para el Gobierno nosotros no tenemos derechos porque somos invasores, en qué parte de este mundo después que tú tienes 10, 15 y 80 años de vivir ahí, tú eres invasor”, sostienen los moradores.
En Brooklincito hay algunas viejas estructuras que han sido demolidas (más de 100 viviendas), entre las 73 familias (casas) que aún habitan en el sitio.
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Jaime Moreno, director nacional de Desarrollo Social del Miviot, indicó que se estaba midiendo un área para construir unos albergues que han solicitado algunos residentes del sector, se aplanó y se midió.
“El Miviot no desaloja personas, construimos casas para las personas, o le damos albergues, o le damos subsidios”, recalcó.
Opiniones divididasA su juicio, en la comunidad hay diferentes posiciones, porque eran 225 familias, de las cuales la mayoría ha aprobado la construcción de los nuevos edificios, pero hay unas 75 familias que piden que se les pague la casa que tienen y se mudan, otros no se piensan mudar ni aunque les paguen y otros (tres o cuatro familias) piden un albergue en el área para poder ver lo que se piensa hacer.
La obra debió haber iniciado con meses de anterioridad, pero no se ha hecho por las personas que residen allí.