Qué desiguala el debate

Todos exhibirán elocuencia cual grandes demóstenes. Todas unas hiperactuaciones intentarán convencernos de capacidad para paliar la inseguridad, proyectar el desarrollo sostenible, rescatar a la deteriorada CSS, alcanzar educación con calidad y contraer el desempleo. Entonces ¿qué desiguala?

Los equipos, desde la derecha neoliberal hasta la excepción centro izquierda, afinan unas soluciones entre milagrosas hasta realistas. Pero, una publicidad negativa efectiva sembró objeciones que obstaculizan la credibilidad del “qué decir” y el acceso al voto. La imagen con la que llega cada candidato define qué es creíble en él, qué no. No resulta la contundencia del “qué proponen”. Lo que diferencia es “quién lo propone”.

Quienes dejen incólume las negativas que listamos perderán su tiempo.

El oficialista Carrizo: La rabia contenida que vimos en Las Tablas refleja aquello que la gente piensa. Gaby amerita una valiente y rotunda intervención de crisis. Solo un acto público de contrición con propósito de enmienda entregaría alguna dosis de credibilidad que dé oportunidad. Esperar de un narcisismo sordo a la crítica una declaración empática tipo “los entiendo, no he sabido comunicarme con ustedes”, es iluso. La audiencia y su “no vas” recibirá sus propuestas como más mentiras.

José Raúl Mulino: Entra al debate tocado. Primero, perseguido por la dureza con que enfrenta la crisis de Changuinola (dice él, conspiración del PRD donde no dio la orden de disparar), San Félix y Colón. Además, desde su izquierda, Maribel Gordón conmina al árbitro Tribunal Electoral a objetar la participación del vicepresidente sustituto en el debate por reñir con el código.

Rómulo Roux: Necesita convencer de su distancia con el contrato minero. Le objetan la ciudadanía perdida al adquirir la nacionalidad de EUA lo que impide correr para presidente.

Maribel Gordón: Le reclamarán, sus aliados izquierdistas niegan un libre tránsito que desabastece a los hogares panameños por 40 días. Su adversarios la señalan por pretender un cambio hacia un sistema comunista que empobrece y coarta libertades indispensables para “la vida digna”.

Martín Torrijos: Lo acusan de traidor y de traer a la corrupta Odebrecht en 2005. Le asolean su familia nombrada en este gobierno.

Ricardo Lombana: El Tribunal Electoral tumba un video denuncia al “impoluto no político”. Martín airea historial de fungir como ministro y diplomático de su gobierno.

Melitón Arrocha: Se propone como único independiente. Panameñista de siempre.

Zulay Rodríguez: A su discurso contra la corrupción lo señalan de farsante por aceptar auxilio económico. Y traidora por correr fuera del PRD.

Ricardo Martinelli: Aun con tensiones con EUA y asilado, es el más creíble de todos. No es invencible. Pierde varios eventos políticos. Endosa apenas un 10% a Mulino.