Policía comprometida

Luego de cuatro años de gestión, finalizó su periodo al frente de la Policía Nacional Omar Pinzón, quien se acoge a una jugosa jubilación, más al anuncio de que lo encargarán de las coordinaciones de seguridad durante la Jornada Mundial de la Juventud.

El cuatrienio de Pinzón se caracterizó, como el propio jefe policial lo reconoció en algún momento, en la penetración de grupos delincuenciales en los estamentos de seguridad, una realidad que ya resultaba imposible seguir ignorando.

Le tocará a quien asuma a partir de hoy la jefatura de la Policía Nacional lograr esa sinergia y liderazgo necesarios para galvanizar al ente de seguridad pública, bajo una sola consigna: combatir al delito sin precio ni duda.

Esa postura, firme y comprometida, es la que reclama la ciudadanía de la Policía Nacional y su nuevo jefe, quien más que director, debe ser un líder con una preparación integral, no solo técnica, sino funcional.

Un líder que se empeñe en sacar de la institución a todas esas lacras que la corroen y desprestigian, que se comprometa a ser intolerante, pero con respeto, frente a los abusos e imposturas que diariamente cometen ciudadanos desubicados contra el policía de pie.

Ya basta de esos policías con sobrepeso a quienes los maleantes le dan la vuelta, es necesario que la institución reverdezca laureles, dentro del respeto a la ciudadanía y viceversa, para ganar el aprecio que merece como primera línea de defensa frente al delito.

Ojalá que el nuevo mando trace planes y programas estratégicos para atacar con inteligencia y voluntad al delito y no sea un ente pasivo, frente a este flagelo que amenaza el tuétano nacional.