Progreso entre comillas, al oeste
Para quienes diariamente pasan por el sector de La Chorrera, les resulta imposible de ignorar la deforestación y la cantidad de terreno que ha sido y sigue
Para quienes diariamente pasan por el sector de La Chorrera, les resulta imposible de ignorar la deforestación y la cantidad de terreno que ha sido y sigue siendo despojado de sus árboles y de su capa verde natural por el desarrollo de proyectos de vivienda y la construcción de plazas comerciales.
El cambio de un panorama verde a otro del color amarillo de la tierra se está dando a un ritmo tan acelerado que resulta imposible no asombrarse, no obstante los vientos de progreso que promueve este, entre comillas, desarrollo del cual se habla en esta parte del país, y promocionado a través de grandes vallas que utilizan como excusa las fotos de familias sonrientes, a las que se les promete la ilusión de una vida feliz.
El impacto de una actitud destructiva con el medioambiente se nota al no verse en La Chorrera especies de plantas y animales que antes eran una maravilla encontrar. A esto hay que sumar los animales silvestres, entre otros, que son atropellados a lo largo de la autopista y que ni siquiera son recogidos y cuyos restos en estado de descomposición es imposible no ver u oler por parte de quienes transitan por el lugar.
Los responsables de los proyectos inmobiliarios deberían planificar mejor y pensar más antes de pretender quitar un árbol, ya que quizás el mismo podría ser parte del proyecto y darle mayor realce. También sería bueno saber si realmente hay un límite para el desarrollo de proyectos en esta área aún con recursos naturales por salvar, y que le dan un valor al lugar que si se pierde, después no se podrá recuperar.