Cebolleros de Natá aún esperan por más apoyo

Para sembrar cebolla se invierte mucho tiempo y dinero, a pesar de ello, los cebolleros de Natá, por años, se han dedicado a esta labor sin importar que para adecuar una hectárea de terreno para la siembra y cosecha deben invertir más de $9,000.

La siembra de cebolla es el sustento de cientos de residentes en Natá y áreas aledañas, sin embargo, estos indican que muchos han decidido dedicarse a otra cosa porque los Gobiernos no aplican políticas de apoyo a los cebolleros, quienes a duras penas sacan de la producción para pagar gastos y mantener a sus familias y las de sus empleados.

Por más de 40 años, los cebolleros de Natá han enfrentado las mismas dificultades, lo que les trae pérdidas y obligatoriamente deben llenar sus casas con el rubro cultivado para que este no se afecte con el clima por la falta de una planta secadora en la región.

Hace dos semanas, la mayoría inició las cosechas y aseguran que aún se sienten desesperados y a la espera que el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) les compre toda la producción de cebolla de Natá.

Los cebolleros se reunieron hace una semana con el ministro de Desarrollo Agropecuario, Jorge Arango, y aseguran que solo aguardan que la próxima semana les compren la cebolla que está hasta en sus recámaras.

Por ejemplo, Margarito Cruz es cebollero y lo encontramos en su casa tratando de hacer más espacio para colocar mil quintales de cebolla, pues no tiene un lugar dónde guardarla y corre riesgo de perderla si pasa dos semanas con ella en su casa.

Él estaba desesperado porque asegura que por más de 30 años han estado esperando una planta secadora de cebolla que no llega, lo que le ha obligado a vender el producto a bajos precios y no genera ganancias, sino pérdidas, lo que con el pasar de los años ha hecho que desaparezcan muchos cebolleros.

"La verdad es que ahora la estamos vendiendo a 31 dólares el quintal y esperamos que el IMA la compre como se comprometió, pero que sea pronto, pues ya está lloviendo y a los cebolleros que estamos en estos momentos en tiempos de cosecha somos a los únicos que no nos benefician las lluvias, por ello exigimos respuestas y esta semana una comercialización para que en mi casa ya pueda colocar mi cama, mi nevera, mi televisión y la casa deje de ser un depósito para cebolla".

Al igual que Margarito, otros 70 productores de cebolla independientes y miembros de la cooperativa sufren esta incomodidad todos los años y aseguran es la única solución que ellos, a título personal, encuentran, pues no tienen donde almacenar este producto perecedero.