Britney le mete al licor luego de 13 años y se pelea con su hermana
La cantante pareció confirmar eso a través de una misteriosa publicación en su cuenta de Instagram, en la que criticaba a sus familiares más cercanos, especialmente a Jamie Lynn.
La cantante Britney Spears vuelve a dar que hablar en este inicio de año, primero por pelearse con su hermana Jamie Lynn Spears y tomarse su primer trago en más de una década.
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El 2021 se convirtió en el año en el que Britney Spears recuperaba su ansiada libertad, después de que el pasado mes de junio el diario The New Yorker descubriese y mostrara al público el infierno que la cantante habría estado viviendo desde el inicio de su tutela legal en 2008, dejando a su padre como principal gestor de su multimillonario patrimonio y controlador de todos los aspectos de la vida de la cantante.
La única que parecía del lado de Britney, al menos en público, era su hermana pequeña, Jamie Lynn Spears, aunque con el paso de los meses Britney ha dejado claro que Jamie Lynn ha sido tan nociva para ella como el resto de su familia.
Jamie Lynn ha reiterado en varias ocasiones lo “orgullosa” que estaba de Britney y haberla apoyado desde un segundo plano: “Pensaba que hasta que mi hermana pudiera hablar por sí misma y decir lo que necesitaba decir públicamente no era mi lugar y no era lo correcto”, confesaba hace unos meses, en pleno juicio por la tutela de su hermana, “Pero ahora que ha hablado con mucha claridad y ha dicho lo que tenía que decir, siento que puedo seguir su ejemplo".
La actriz fue muy criticada por sus palabras, con miles de seguidores de Britney acusándola de haberse aprovechado de la fama y el dinero de su hermana al igual que hicieron sus padres durante toda su carrera, y por eso habría mantenido un silencio que le convenía a ojos del padre de ambas. La propia Britney pareció confirmar eso a través de una misteriosa publicación en su cuenta de Instagram, en la que criticaba a sus familiares más cercanos, especialmente a Jamie Lynn.
Respecto a la bebida, la princesa del pop ha decidido tomarse su primera copa de vino en más de una década, soltándose la melena al ritmo de la música de su buena amiga Madonna. Britney ha reivindicado así su derecho a mimarse un poco y a dejarse llevar por sus apetencias, algo que hasta hace no tanto le estaba prácticamente prohibido.
"Seguro que les parece raro verme bailando a Madonna. No es que lo esté intentando, es que me estoy dejando llevar. Eso es lo que consigue su música. Me he tomado mi primera copa de vino en 13 años, creo que ya era hora", ha escrito la intérprete estadounidense en su cuenta de Instagram, antes de recordar a sus seguidores que lo de mirar por sus necesidades y deseos es algo que, curiosamente, ha aprendido de su denostada familia.
"Mi familia me enseñó bien con sus acciones, a ser egoísta y a amarse a uno mismo, ¡así que allá vamos! En un mundo en el que todo el mundo tiene derecho a hablar, conducir, comprar alcohol, salir de fiesta, tener dinero... Voy a tener yo que disculparme por disfrutar de la vida a la vista de todo el mundo. ¿En qué estaría pensando? ¡Nadie es perfecto!", recalcó.