Sucesos - 20/12/19 - 07:30 PM

Revelan organigrama interno de La Joyita

Para cuidar a 500 reos solo hay 50 unidades policiales, que trabajan hasta 19 horas al día.

 

Por: Redacción / Critica -

Falta de unidades policiales, mal estado de la infraestructura del penal y una excesiva jornada laboral de los uniformados, son apenas unas de las tantas falencias que mantienen los distintos centro penitenciario ubicados en el Complejo Penitenciario La Joya.
Entre los penales que se mantienen dentro de este complejo es el del la joyita, que fue abierto 1996, luego de la demolición de la cárcel Modelo ubicada en El Chorrillo.
Es desde entonces, cuando empieza su funcionamiento y hoy a 23 años de su existencia se ha registrado la peor masacre que ha podido existir en la historia de Panamá, superando la que ocurrió en Coiba, donde decapitaron a cuatro reos en 1998.
En ambos casos la vigilancia fue quizá uno de los elementos principales que motivó el enfrentamiento entre bandas delincuenciales en La Joyiya, que dejó a 15 privados de libertad fallecidos al recibir disparos y golpes con objetos contundentes.
Los expertos en el tema consideran que hay una vigilancia endeble y a la que las autoridades han prestado muy poca atención, arriesgando la vida de sus propias unidades, colocándolas solas para cuidar pabellones con detenidos de alta peligrosidad.
 
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¿Cómo se maneja la seguridad?
Nos enfocaremos específicamente en la Joyita, donde ocurrió la matanza tras la ruptura entre los miembros de la pandilla "Bagdad" y que cuenta con más de 500 privados de libertad.
El pabellón 14, donde se dio el enfrentamiento, lo cuidaba solo un cabo de la Policía Nacional, quien con un tolete y gas pimienta no pudo controlar la reyerta, esta situación es constante, los encargados de la penitenciaria, quienes son los encargados de armar el plan estratégico de seguridad, solo envían a un uniformado al sitio.
En las torres que existen aledañas al pabellón, no hay vigilante.  Ejemplos: la torre 13 que está detrás del pabellón y a escasos 150 metros, existe una barriada, que la separa del penal solo un área boscosa y que podría ser uno de los puntos por donde ingresan objetos, mercancias y cuanto artículos deseen. Situación similar ocurre con la torre 16, que se encuentra frente al penal.
 
Horarios cabrones
Ante esta escasez, los uniformados que son enviados a cuidar la cárcel tiene que laborar hasta 19 horas diarias para cubrir todo el perímetro, es decir mantienen un horario de 4:00 a.m. a 9:00 p.m, y posteriormente son turnados con los que cuidan el hospital, quienes están en sus puestos de 7:30 a:m, a 8:00 p.m.
Una vez salen los agentes del Hospital, a las 9:00 p.m, tienen que relevar a los de la torre hasta las 12 medianoche, que llegan los que cuidan los pabellones, quienes salen a las 4:00 a.m, para entrar a trabajar a las 6:00 a.m.
De los 14 pabellones existentes en esta penitenciaria, los custodios solo cuidan dos y los 12 restantes están bajo vigilancia de la Policía Nacional, que cuidan uno por pabellón, es decir que para cuidar a 500 reos solo hay 50 unidades policiales.
 

Malas infraestructuras
Desde su creación se desconoce qué trabajos de relevancia se han hecho dentro del penal, pero se conoció que hace unos meses el Ministro de Seguridad, Rolando Mirones recorrió junto al Director del Sistema Penitenciario, hoy suspendido, las instalaciones y registraron fotografías del mal estado de la infraestructura.
Entre ese mal estado están las cercar perimetrales, que se mantienen oxidadas y que en muchas ocasiones han sido cortadas por los privados de libertad que se han evadido y a la fecha no han sido reparadas.
 
¿Falta un reo?
Extraoficialmente se conoció que durante la requisa realizada en el penal el día de ayer, faltó un privado de libertad, al momento de hacer el conteo. Sin embargo, esta situación  no fue confirmada por las autoridades competentes.
 
La realidad que se vive en las cárceles del país no es nueva. A lo largo de los año se han denunciado situaciones irregulares como ingreso ilegal de drogas, armas y productos de todo tipo, que han puesto al descubierto a través de las requisas que se realizan en los centros penitenciarias.
Crítica en el 2017 hizo público un video en el que se mostró la forma en que los privados de libertad participaban de una fiesta donde el licor corrió y hasta las luces de bengales se usaron para festejar el cumpleaños de un pesao. 
 


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