Llevar comida a los lugares de trabajo tiene múltiples ventajas. La principal es que nos ayuda en nuestro presupuesto familiar. No ahorramos buena cantidad de dinero al mes y disfrutamos de los platos que realmente nos gustan.
No hay nada mejor como saborear lo que nos preparan en casa, ya sea por mamá, la hermana mayor o por uno mismo.
Es un beneficio comer. �Qué sabroso es tener estómago lleno! nadie puede negar que en verdad se siente bien, pero �qué pasa cuando terminamos de chuparnos los dedos?
Muchos se hacen de la vista gorda o se hacen los "chivos locos", se paran de las mesas donde comieron, toman agua, recogen sus envases (especiales para microondas) y se van a trabajar o a seguir practicando un ejercicio que se llama "bla, bla, bla".
Nadie se acuerda de limpiar el sitio utilizado para comer. Ese espacio donde se cayeron varios granos de arroz y algo de la sopa. Todo lo dejan sucio , sin importarles mantener limpio el lugar que a diario usan para comer.
En el interior de ciertas personas existe la ligera tesis que dice: "Aquí en esta empresa existen trabajadores que le pagan para limpiar lo que yo ensucio". �Qué vagos son..!
La mente del ser humano sufre de desnutrición evidente cuando exteriorizan comportamientos inapropiados que ni en el peor de los casos deben ser aplicados.
�Qué cuesta tomar papel toalla o periódico para limpiar la mesa después de comer? No cuesta ni un minuto y ni un centavo.
Es cierto que existen empleados que se dedican al aseo. El trabajo de esta gente, muchos no lo reconocen, pero es tan importante que nadie se da cuenta que cuidan nuestro estado de salud. �Qué sería de nuestra vida sin ellos? El problema de la cafetería sucia existen en el sector privado y público. No es nuevo, por ello apelamos a que todos ayudemos a tener un espacio para comer sin cucarachas.