El mundo cristiano conmemora con gran jubilo y fervor religioso, principalmente en el seno de las familias creyentes, la solemne festividad de la Epifanía de nuestro Señor o Día, de Reyes, que el calendario gregoriano señala el 6 enero.
El santo Evangelio, según San Mateo, registra para la posteridad la visita de los Magos, quienes guiados por la brillante Estrella de Oriente, llegaron a la ciudad de Belén, a la morada del Sublime Niño Dios con su madre la Virgen María, acompañados por el casto San José, y al verlo, postrándose, lo adoraron: le ofrecieron oro porque era Rey, incienso, porque era el Hijo de Dios y mirra, porque moriría en la Cruz por la redención de los pecados del mundo.
Según las Escrituras Cristianas los tres Reyes Magos; Gaspar, Melchor y Baltazar, gentiles hombres y astrólogos, inspirados en sólida fe y ajustados con gran devoción a la Sagrada Profecía, que proclamaba que en la ciudad de Belén de Judea saldría un Guiador que apacentará el pueblo de Dios, dieron a conocer al pueblo escogido el portentoso milagro del advenimiento de Jesús, El Mesías, Redentor, Salvador y Luz Divina del universo.
El 6 de Enero, Epifanía de Nuestro Señor o Día de Reyes, es la jubilosa fecha, de los regalos y juguetes que reciben con inmensa alegría los niños de España, Méjico, Argentina, Italia y otras naciones de raigambre católica y en Rusia, Armenia, Grecia, Ucrania y Bielorrusia, cuyas poblaciones profesan la religión cristiana ortodoxa, se celebra con gran alborozo el nacimiento del Hijo de Dios.
En esta significativa festividad cristiana, que se celebra en numerosa comunidades interioranas y en los hogares cristianos de la República de Panamá, de elocuente extirpe y cultura hispanoamericana, nosotros invocamos a nuestro Dios para que tenga vigencia eterna su doctrina de amor, fraternidad y justicia social y le otorgue a nuestra patria y noble pueblos: paz, mayor bienestar socioeconómico, progreso, respeto a los Derechos Humanos, cese la violencia criminal, se erradiquen el desempleo, los salarios y pensiones irrisorias y que a todos los panameños leales nos unamos para lograr la consolidación de nuestra soberanía y nacionalidad, nuestra independencia económica y emancipación social.