Sol, arena, playa, río.. la alegría se dibuja en los rostros de chicos y grandes cuando llega el periodo de vacaciones o fines de semana. Y es así como con entusiasmo, empieza el desfile hacia el punto de diversión con familiares y amigos.
Sin embargo, en algunas ocasiones el final de la historia arranca lágrimas y aprieta el pecho porque al momento del conteo, falta uno del grupo.
El año 2011 comenzó con una triste historia escrita en Colón, en la Playa Langosta, cuando una mujer capitalina dejó la vida en las aguas del atlántico al ser arrastrada por una fuerte ola.
Seguido a esa tragedia se han reportado otras en distintas situaciones.
En las páginas de las estadísticas, la juventud encabeza el listado, pero los números no son tan prioritarios como las causas y las consecuencias.
En ese marco, las autoridades de seguridad recomiendan algunas medidas que se deben observar en balnearios:
Verificar la presencia de un guardián de las aguas (guardavidas).
Acatar las indicaciones del guardavidas
No introducirse en el agua sin conocer la profundidad, para ello se debe utilizar las zonas demarcadas.
No nadar en lugares solitarios
No confiar en ríos serranos, porque en pocos minutos pueden aumentar su caudal y convertirse en gran peligro, por lo cual hay que estar siempre atento a todo signo de corriente: - Aumento de velocidad del torrente de agua (se manifiesta por un aumento del ruido del agua al desplazarse).
* Aumento de la altura de las aguas
* Aparición de espuma en el agua.
* Nubarrones, truenos y relámpagos
Debe controlarse a los niños cuando estos están en la orilla, sea del río o la playa
No se debe dejar en las orillas de los ríos o playas objetos cortantes tales como latas o vidrios, ni arrojarlos al agua.
Nunca se debe nadar solo por la noche o en aguas turbias.
PRECAUCION
Siguiendo esas pequeñas recomendaciones se puede disfrutar de un largo día de sol en cualquier balneario habilitado para ello.
Es recomendable conocer que en ríos crecidos o en playas de fuertes y altos oleajes no es saludable explorar y menos si se está libando licor.
Otro aspecto que no se debe descuidar es ingresar al agua pocos minutos después de haber ingerido comida.
El verano 2011 promete diversión y las autoridades de seguridad se mantienen alerta ante el éxodo, sobre todo los fines de semana, cuando se espera que los bañistas salgan del agua frescos, felices y listos para otro paseo.