El hacinamiento de los privados de libertad dentro de la Cárcel de La Chorrera parece ser la mecha de una bomba a punto de explotar, al no existir prácticamente dentro del penal espacio para seguir albergando a más detenidos.
Ello, agravado con las reyertas que se suscitan entre los reos y que en este mes, dejaron como saldo un muerto a consecuencia de las heridas recibidas con "platinas".
Los muros de la Cárcel de La Chorrera albergan a 481 detenidos provenientes de los cinco distritos de Panamá Oeste.
Dentro del penal existen tres galerías, además de la conocida como "Chiquita", en donde existen tres celdas, una preventiva y la celda 20 o "La Grande", como también se le conoce.
Para vigilar a 481 privados de libertad, la Policía Nacional destina a 15 de sus unidades, la mayoría de ellos miembros de la Unidad de Control de Multitudes (UCM); no obstante, existen al menos unos 14 funcionarios del Sistema Penitenciario que realizan labores administrativas.
La población penal constantemente se mantiene alta en esta cárcel, con una capacidad limitada para 175 reos.
Para el 2002 habían recluidos 300 reos, aunque meses más tarde un conteo de la Defensoría del Pueblo arrojó la existencia de 450. Para el 2004 la población aumentó a 548 privados de libertad, por lo que fue necesario trasladar hacia La Joyita a 214 detenidos.
Las reyertas dentro de la Cárcel de La Chorrera no son un tema nuevo y aun menos el hacinamiento, deficiencia en el suministro de agua potable, sanitarios en malas condiciones, entre otras.
Para 1998 un detenido de nombre Roderick Pinzón fue herido con un arma punzocortante, mientras dormía en la celda número 20, en donde se aloja a detenidos por diversos delitos. Un año antes se habían registrado tres hechos similares.
Para el mes de junio del 2001, Franklin Rangel fue herido con un arma blanca en la oreja y el hombro derecho por otro detenido, durante una reyerta, hecho ocurrido durante una visita familiar
Para enero del 2002, la Defensoría del Pueblo inició una investigación sobre la situación dentro del centro penal, luego de que se suscitara el 28 de diciembre del 2001 una disputa entre varios internos y que fue reprimida a la fuerza por los custodios policiales.
En el 2004 la Defensoría del Pueblo emitió dos informes sobre las condiciones de hacinamiento dentro de la cárcel de La Chorrera y en ambos señalaban las áreas críticas encontradas: el hacinamiento crítico, falta de agua potable, mal estado de la infraestructura carcelaria y falta de servicios de salud.