Tras las protestas de los últimos días, casi 500 obreros fueron detenidos, la mayoría puestos a órdenes del Juzgado Nocturno. Los balances de las pérdidas se establecen en al menos 12 millones de dólares. La Zona Libre de Colón funcionó a media máquina y más de 1, 000 turistas que habían llegado en cruceros a la ciudad de Colón, no pudieron desembarcar.
Ojalá que tanto gobierno y SUNTRACS muestren una actitud madura y se sienten a la mesa del diálogo bajo la mediación de la Defensoría del Pueblo, para lograr avances productivos en torno al tema de la seguridad en los proyectos de construcción.
Debe producirse una conversación respetuosa y sin insultos, de lo contrario el diálogo será una pérdida de tiempo. Ya hay muertos, heridos y detenidos de por medio. Se hace necesario recuperar la serenidad y no recurrir a acciones salvajes.
Utilizar la tribuna que ofrece la Defensoría del Pueblo para el insulto mutuo y la discusión estéril, no resuelve nada. Ya las partes se han dicho de todo en los medios de comunicación y ahora lo que se impone es adentrarse en el meollo del asunto: la seguridad de los obreros en las construcciones.
En dos años ya se han registrado 54 muertes de trabajadores en los proyectos que se construyen en el país, sumado a tres recientemente en enfrentamientos con policías y sindicatos adversos.
El boom de la construcción expone a los obreros a mayores peligros, por lo que se hace necesario reforzar la seguridad en torno a los proyectos, para tratar de que no produzca otra muerte ni por accidente laboral ni por enfrentamientos en las calles.