Sucede que a cuatro panameños del mundo político, los han atacado con crueles "atontados" cuyos efectos tan especiales al salir a la luz pública alimentan el morbo colectivo, que se aprovecha entonces para sobrellevar la honrosa carga de vivir en un país pro-mundi y beneficio, en donde en términos relativos un barco petrolero, cruza más rápido del Pacífico al Atlántico, que un diablo rojo de Tocumen hasta Albrook.
El primer "atontado terrorista" dado en Panamá, se lo dieron al "Toro", días después de finalizado su mandato y se lo asestaron los gringos al negarle al parecer para siempre que apareciese en su pasaporte, el sello que reza: Department of homeland security customs and border protección, o sea la bendita visa. La afectación ha sido tan fuerte, que desde María Magdalena para acá, pasando por las lloronas a sueldo que todavía existen en La Chorrera, no se han escuchado lamentos tan dolorosos ni bramidos tan entrañables como con los que nos aburre el "Toro", todos los días.
La otra víctima de un cruel "atontado" del cual ninguna organización subversiva se ha hecho responsable y que tiene más apenada que cansada a la opinión pública panameña y mundial es "Pan de Dulce", sobre todo cuando su voz quejumbrosa solicita verle la cara a sus adversarios políticos y que después le miren su rostro..
El último "atontado" se dio por partida doble en las cruentas primarias del 2008 con el enfrentamiento de dos candidatos que no llegarán a puerto, (yo se lo advertí en el Boulevard a Juan Carlos, que saltara de Babilonia a tiempo), porque ambos después del 3 de mayo no podrán mover ni las patas en la espantosa contienda para levantar lo que quedará del partido rumbo al 2014. Dícese de este último "atontado" (para alelaos), ha sido uno de los más certeros en toda la historia política panameña.
