Atrévete a usar el juguete erótico que tenemos a la mano todos los días, pero que en muchas ocasiones no aprovechamos. Si tú y él están a unos cuantas millas de distancia, y te hace falta su calor, no lo piensen más, provócalo con tu voz, una llamada erótica es una alternativa muy placentera.
- Busca tu voz sensual: puedes optar por un tono interesante, pero no la finjas demasiado, porque sonará ridículo.
- Derroche de fantasía: invéntale una historia y descríbele con detalles todo lo que hacen tus manos mientras él te habla.
- Llega la acción: el sexo telefónico necesita por supuesto de tu ayuda, que es la presentación física de lo que él te está pidiendo que hagas al otro lado del teléfono. El truco es imaginar que todo está sucediendo, que realmente está contigo haciendo mil cosas sobre la cama. La idea no es estar hablando todo el tiempo sin parar, los sonidos son motivadores.