Las lágrimas brotaban como torrentes, durante las honras fúnebres de los niños Kiara Karina Bethancourt, de 14 años; Félix Asprilla, de 5, y Lauryn Xochil Núñez, de 8 años, quienes murieron calcinados en el incendio en Curundú.
Los féretros de Kiara y Félix fueron llevados a la cancha de baloncesto de Curundú, donde se realizó la misa. Los restos de Lauryn no han sido recuperados.
En medio de su dolor, Magdaleno Bethancourt, padre de Kiara, aseguró que "no va a tomar venganza.. todo se lo dejo a Dios".
La homilía estuvo a cargo del obispo José Domingo Ulloa, quien hizo un llamado a la comunidad de Curundú, para que no sea el poder de las armas y la violencia los que se apoderen del barrio.