Juan Pablo II, Papa de todos los católicos del mundo, eligió reposar en el Vaticano, lejos de su tierra natal en Polonia, pero un pedazo de su tierra ha venido hasta él a través de su paisanos de Wadowice, la ciudad donde nació.
"Nos gustaría que esta tierra fuese colocada lo más cerca posible del Papa, en la cripta donde será enterrado", explica la alcaldesa de esa ciudad polaca, Ewa Filipiak, aunque reconoce que por el momento no han obtenido la autorización del Vaticano para cumplir esta tradición polaca.