Un llamado para que cambien los grupos armados que viven en Curundú hacen algunos de sus residentes para evitar que sigan cayendo víctimas fatales producto de los intercambios de disparos que en ocasiones forman.
"En este barrio los problemas entre pandillas son constantes, pero hay veces que los mismos recrudecen y terminan heridas las personas que no tienen nada que ver con sus problemas", dicen los afectados.
"En ocasiones los intercambios de disparos se forman, porque los integrantes de estos grupos delictivos deciden abandonar sus filas para pasar a formar parte de la pandilla contraria, y no entienden que también van a terminal mal", aseguran.
Según sus moradores, estos sujetos disparan contra su enemigo sin importarle que en las cercanías están las viviendas y es donde ocurren las tragedias.
A los padres de estos jóvenes también le hacen un llamado para que en el hogar hagan su trabajo, ya que muchos de estos pandilleros son productos de hogares desintegrados y la mayoría, hijos de madres y padres irresponsables.
Esperan más vigilancia.
SU VIDA: NO LA DISFRUTAN
Tienen que estar cuidándose de la Policía y de miembros de otras pandillas que los ven como enemigos.