Ana Bárbara sufrió en carne propia la discriminación por ser mexicana en Asia, ante el temor de que padeciera influenza humana. La cantante se encontraba en un crucero por el Pacífico asiático, pero al desatarse la alerta de pandemia, a ella, su marido y a un grupo de connacionales les fue advertido que debían desalojar la embarcación lo más pronto posible.