La "caja negra" del avión de TACA que se accidentó el viernes en el aeropuerto de Tegucigalpa y que causó cinco muertos y decenas de heridos, ya fue recuperada, informó ayer el presidente ejecutivo de la aerolínea, Roberto Kriete.
Kriete también anunció su apoyo "al cien por ciento" a la decisión del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, de cerrar el aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa para vuelos internacionales, en vista de sus riesgos.
En rueda de prensa, el presidente de TACA refirió que "la caja negra ya se sacó y está en manos de las autoridades hondureñas", que las entregarán a los investigadores del accidente.
La "caja negra" registra detalles del funcionamiento de los componentes mecánicos y electrónicos del avión durante el vuelo.
Un Airbus 320 de TACA, con 124 pasajeros y 11 tripulantes, se salió de la pista de Toncontín tras aterrizar procedente de San Salvador y cayó en una calle.
En el accidente murieron el piloto, el salvadoreño César DAntonio; el presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el nicarag ense Harry Brautigam, y Jean Chantal Neele, esposa del embajador de Brasil en Honduras, Brian Michael Fraser Neele.
Además, fallecieron los hondureños Josué Rolando Aguilar y Gustavo Tróchez, cuyo vehículo fue impactado por el avión.
Kriete dijo que aún hay 45 personas hospitalizadas, cuatro "en estado crítico", como el caso del copiloto, José Artero.
Tras el accidente se registraron 75 personas ingresadas en hospitales, algunas nada más para evaluación, y 54 quedaron internadas, de las cuales 45 siguen en tal condición; se espera que mañana salga otro grupo.
Kriete señaló que la investigación tomará "mucho trabajo", por lo que "creo que la causa de este accidente no se va a saber antes de un par de meses", y rechazó "especulaciones" relacionadas con un posible error humano, problemas climatológicos u otro factor.
También aclaró que "nadie está investigando nada todavía", pues los expertos aún están en la fase preparatoria, y calculó que en "dos semanas" podrían retirarse de la calle los restos del avión.
El presidente de TACA elogió, asimismo, el "coraje" de Zelaya de cerrar Toncontín para vuelos internacionales de aviones tipo jet, y habilitar para ello la base local de Palmerola (centro), a pesar de que conlleva un "costo político".
La base de Palmerola fue construida por Estados Unidos en el decenio de los 80 del siglo pasado.
Zelaya reiteró que dentro de unos 60 días se podrá habilitar la base y que Toncontín sólo recibirá aviones de menos de 50 pasajeros.
Kriete indicó que TACA ampliará desde mañana sus vuelos de aviones ATR, de turbohélice, entre Tegucigalpa y San Pedro Sula (norte), para complementar sus rutas internacionales desde esa ciudad.
También reconoció el trabajo "extraordinario" de los bomberos de Toncontín, que evitaron que el avión accidentado se incendiara, y de otros cuerpos de socorro, la tripulación y gran cantidad de civiles que ayudaron a evacuar a los pasajeros.
PISTA: PELIGROSA
Toncontín es considerado como de alto riesgo por su ubicación, dentro de la ciudad, que está rodeada de cerros, y por la longitud de su pista, unos 1,300 metros.