El máximo jefe de las FARC, "Manuel Marulanda Vélez" o "Tirofijo", pasó sus últimos días con dificultades por no poder seguir una estricta dieta, acompañado por uno de sus hijos, a quien llamaban "el enano" y en medio de constantes bombardeos del Ejército colombiano.
"El camarada estaba jodido porque no entraba la comida que él tenía que consumir, por la dieta especial, pero nunca quiso irse", aseguró el diario El Tiempo, que citó a alias "Mireya", una guerrillera de las FARC, que estuvo cerca de "Tirofijo". Ella y otra guerrillera de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se entregaron al Ejército colombiano, aseguraron que "en los últimos días de Marulanda escaseó la sal en las comidas pero sobró la tensión por la constante amenaza de las granadas y las bombas".