Tribunales militares especiales de Estados Unidos comienzan a revisar los fundamentos de la detención de los presos alojados en la base estadounidense de Guantánamo, Cuba.
Cerca de 600 sospechosos de ser "combatienes ilegales" podrán presentar evidencia en su favor e, incluso, llamar a testigos que aporten elementos en su defensa.
Sin embargo, no se les permitirá acceso a abogados civiles, lo que ha generado cuestionamientos a la legitimidad de estos procesos.
Las revisiones judiciales de las detenciones fueron dispuestas recientemente por la Corte Suprema de Justicia estadounidense.
La medida no concuerda con la postura de varios miembros del gobierno de George W. Bush.