Un investigador designado por el Papa Juan Pablo II inició una investigación en un seminario católico de Saint Poelten, Austria, centro de un escándalo sexual que ha sacudido al país.
El Papa designó a Klaus Kueng, obispo de Feldkirch, en Austria, y le otorgó amplios poderes para investigar el escándalo.
La policía incautó las computadoras del seminario en búsqueda de pornografía infantil se conocieron en mayo. Pero el escándalo estalló la semana pasada cuando la revista Profil publicó fotos de curas besando y toqueteando a muchachos que estudian para ser sacerdotes.