Los cuatro hombres procedentes de México iban escondidos en un vagón de carga. Su destino era cualquier punto en el estado de Texas, Estados Unidos. Tan pronto pasaran la frontera, descenderían del vagón.
Estuvieron un buen rato charlando y comentando su aventura. De repente un olor punzante hirió sus narices. Alguien, en la estación, estaba fumigando con pesticida la carga de harina de maíz que llevaba el vagón.
Los cuatro hombres murieron asfixiados en la estación de Victoria, Texas.
Este es un caso más de inmigrantes ilegales que mueren por alguna causa natural, en su intento de entrar al país que piensan es la tierra de promisión.
�Qué es lo que mueve a tantos hispanos a buscar la frontera norte de América Latina? Motivos humanos solamente. Ganar dinero, que es el mayor problema que enfrentan. Ayudar a la familia, que está en la indigencia. Tener mejores medios de vida para salir de la angustia diaria de la falta de pan en la mesa. La mayoría de los que cruzan la frontera de esa forma no son delincuentes. Los grandes delincuentes que cometen delitos en todos los países cruzan las fronteras en aviones de primera clase y se alojan en hoteles de cinco estrellas. Muchos de estos son narcotraficantes que hasta viajan con valijas diplomáticas.
En cambio, los pobres cruzan la frontera en vagones de carga donde se transporta veneno. No portan ningún documento, y por eso reciben el nombre técnico de "indocumentados", aunque para Dios tienen el mismo valor que los más "documentados" del mundo. La pobreza es un azote mundial. Si se distribuyera equitativamente la riqueza que hay en el mundo, no habría pobres. Pero hay demasiado egoísmo y avaricia.
�Qué podemos hacer? Al menos ser sensibles a mensajes como éste, y dejar que la conciencia nos haga sentir compungidos por las veces que pudimos ayudar a algún indigente y no lo hicimos. Pidámosle a Dios que nos dé la conciencia de Cristo. Esto ocurrirá si permitimos que Cristo resida en nuestro corazón.
