Ante esta realidad, el vertedero de Volcán no desaparece, porque no les queda otra alternativa a la comunidad que depositar la basura en este lugar.
Precisamente este vertedero a cielo abierto se localiza en una de las entradas que conduce a la cima del Volcán Barú, por donde pasan los turistas que deciden llegar al Parque Nacional Volcán Barú.
Diferentes administraciones alcaldicias han tratado de cerrar este vertedero, pero debido a la falta de una definición completa sobre el tema de la basura, no ha sido posible.
Los desechos sólidos, hace dos años, fueron enterrado, pero nuevamente la gente siguió depositando la basura en este lugar y ha provocado una proliferación de moscas que llegan hasta las residencias más cercanas.
También ha sido el lugar perfecto donde comienzan muchos de los incendios forestales que ocurren dentro de este parque nacional.
Las autoridades municipales de Bugaba siguen esperando que la Contraloría refrende este contrato y termine el problema de la basura, que ha sido un eterno dolor de cabeza para la actual administración.
Durante este período gubernamental, se intentó la construcción de un relleno sanitario para arreglar este problema, pero se intentó construir en la comunidad de El Roble en el corregimiento Aserrío de Gariché, y la comunidad se opuso porque estaba cerca de algunas fuentes de agua que corrían el riesgo de contaminarse.
El proyecto murió en la construcción de las trincheras que ya habían sido abiertas, pero las entidades encargadas de este tema decidieron no otorgar los permisos correspondientes, ya que no reunía las condiciones que se exigen en materia de salud y ambiente.