Este museo y su nueva sala son visitados por turistas canadienses, americanos y estudiantes de las escuelas de Aguadulce y poblados aledaños; además, los estudiantes organizaron tours de práctica, al que llamaron City Tour de Aguadulce del ayer.
Marielena Almengor manifestó que las ideas surgieron como la exhibición de trajes típicos, recolección de piezas de los museos familiares en Aguadulce.
Sin embargo, en otra gira, comenta que en el Parque Arqueológico de El Caño de Natá surgió la idea de que los estudiantes de Guías de Turismo reinauguraran la Sala Pre-hispánica del Museo con la incorporación de los tipos de entierros aborígenes de la parte Central del Istmo en la época Pre-hispánica, como base central.
Con esta idea, se inició el proceso de recolección de huesos de caballo, vaca, un perro, una yegua y un potrillo para darle forma humana a través del tallado y lijado de los mismos a mediados de mayo. Para inicios de junio, los cráneos fueron hechos con moldes de arcilla confeccionados por los mismos estudiantes.
Se realizaron giras a los potreros, mientras que de Ocú fue traída la talanquera que serviría como cama funeraria para el entierro secundario.