Cada vez, la demanda es mayor. Visitar el hotel más frío de la capital panameña se ha convertido en una gran hazaña para los cientos de huéspedes que llegan a bordo de cualquiera de las 2 unidades vehiculares con las iniciales 'PGN'.
Todo aquel que sube a ese vehículo lo hace sin saber hacia dónde lo dirigen, con excepción de todos los demás que se encuentran a su alrededor, quienes sí tienen bien claro el destino: la Morgue Judicial. Roberto, uno de los tantos clientes del "Hotel de los muertos", recibió un boleto gratis con todo incluido. Los que lo vieron por última vez dicen que lo adquirió en la entrada de Cerro Patacón. Allí murió producto de un accidente de tránsito.
Los trabajadores del hotel se demoraron cuatro horas en recogerlo para llevarlo a su destino. Tan pronto llegaron en su vehículo al lugar de los hechos, lo cargaron en una camilla, todo ensangrentado producto de los golpes que recibió durante la colisión.
Tan pronto llegaron, el chofer tocó la bocina del carro indicando su presencia frente al portón de accseso a la entrada del hotel, a un costado de la entrada principal.
"Bienvenido a nuestro hotel", así reciben a los que llegan.
Cuando llegó Roberto, la entrada lateral del 'hotel' se abrió suntuosamente como intentando que quienes transitaban por ahí cerca no se dieran cuenta de lo que ocurría, como si se tratara de un gran personaje, al mejor estilo de Michael Jackson, que intenta pasar desapercibido ante la mirada de sus fanánticos.
Roberto fue recibido por el personal, que ya tenía todo dispuesto.
Fue trasladado en una camilla especial y rápidamente llevado hasta lo que sería su recinto en los próximos días.
Inerte, sin poder decidir, fue colocado en una de las 30 oscuras habitaciones refrigeradas a 4 grados centígrados, cuyas paredes, perillas, bisagras y demás accesorios están hechos de acero inoxidable, cuyas puertas se abrieron de par en par dándole la bienvenida.
Roberto permanecería solo dentro de su congelado recinto hasta que fuera llevado horas más tarde a la sala de Patología, donde sería evaluado por el médico forense, quien dictaminaría la causa por la que falleció y decidiría cuándo obtendría su boleto de salida.
Como Roberto son muchos los visitantes que llegan constantemente al "Hotel de los muertos".
Aunque las instalaciones de ese hotel son modernas, no son las más vistosas: son sobrias y tenebrosas, con un promedio de mil visitantes que pasan por sus 30 habitaciones anualmente.
En sus 6 años ha atendido a unos 6 mil clientes, lo cual es un gran reto.
Este no grato, pero necesario lugar está ubicado en el corregimiento de Ancón, frente a la Corte Suprema de Justicia.
Allí son recibidos los que han fallecido de forma violenta o de manera sospechosa, o si no se ha certificado la razón del deceso o si es un paciente de un hospital que muere en menos de 24 horas.
Una vez que el nuevo inquilino llega, la Ley dictamina que hay que practicarle una autopsia, la cual es de obligatorio cumplimiento sin que los familiares puedan negarse, sin distingo de raza, condición social o profesional.
Esto permite que el familiar pueda retirarlo ese mismo día, a excepción de los fines de semana y días feriado. En condiciones normales, según el código sanitario, los visitantes sólo deben permanecer 96 horas en esas instalaciones, pero por lo general hay quienes no son retirados hasta pasados hasta 4 días creando un inconveniente de espacio.
De darse el caso que un huésped que no se quiera retirar o ningún familiar pase por él, su estadía puede extenderse hasta los 30 días, luego de lo cual es llevado un área especial donde recibirá una solomne sepultura.
Para recibir su boleto de traslado, el visitante primero debe cumplir con una serie de requisitos para evitar que sea enterrado en un fosa común por error.
Sólo en 1 ó 2 ocasiones se ha dado el caso que pasados los 30 días, algún familiar llega al hotel reclamando el cuerpo después que se ha vencido este plazo, por lo cual se procede a la exhumación para entregarlo.
Como el hotel sólo tiene 30 habitaciones, diariamente el personal tiene la ardua labor de realizar un censo para llevar un control del status de cada inquilino.
Anteriormente, el tipo de visitantes de éste hotel tenía que ser atendido en el servicio de patología del Hospital Santo Tomás y en la Morgue del Complejo de la Caja de Seguro Social.
Los principales y más asiduos visitantes son caballeros que llegan tanto de la capital como del interior del país producto de enfrentamientos violentos.
ASEO
Como el tráfico de clientes es elevado, el aseo de las habitaciones es un punto de suma importancia para mantener los estándares de limpieza. Personal idóneo, limpia y desinfecta cada una de las habitaciones y áreas de atención.
SUCURSALES
Las Judiciles de La Palma, Ancón, La Chorrera, que se están reabilitando; Aguadulce y la que se encuentra en las antiguas instalaciones delHospital de Obaldía, en David.