La Corte Suprema de Justicia decretó legal la detención de Andrés Fernando Múñoz, por sus nexos con una red de narcotraficantes locales y extranjeros que iban a enviar un alijo de cocaína oculto en un telescopio.
La defensa del sindicado señaló que "la detención preventiva que pesa sobre Múñoz es ilegal, por cuanto no existe medio probatorio alguno que lo vincule con el hecho punible investigado".
Sin embargo, el entonces fiscal primero de drogas, José Ayú Prado, autorizó la ejecución de una operación encubierta, la cual es denominada "Caminantes".
Se logra conocer que, Alejandro Marín, es la persona que hace el contacto con un agente encubierto para el trafico de drogas y en varias reuniones participó Andrés Fernando Múñoz".
Con esta operación, se logró "frustrar el trasiego de cocaína", según la prueba de campo la droga "se encontraba en un doble fondo de un telescopio que presuntamente se enviaría a España por vía de la empresa DHL".