La venta de chicha fuerte en algunas residencias y el pésimo estado de los caminos de penetración de algunas comunidades del corregimiento de Toabré en el norte de Penonomé, se ha convertido en los principales problemas que confrontan los campesinos, quienes a gritos solicitan ayuda del gobierno.
El corregidor de Toabré, Daniel Domínguez, informó que en este sector confrontan serios problemas con la venta de chicha fuerte en varias residencias, lo que ocasiona riñas, escándalos y hasta heridos, ocasionados por el estado de embriaguez de los campesinos que deciden arreglar sus diferencias cuando ingieren estas bebidas.
Precisó que hay mucho consumo de bebidas alcohólicas, entre ellas "guarapo de caña", chicha fuerte de maíz y otras de fabricación casera que se venden de manera clandestina, por ello los menores de edad se ven afectados.
El corregidor indicó que ya recibió una orden del alcalde que prohibe la venta clandestina de bebidas alcohólicas y fermentadas en residencias o locales clandestinos, ya que son causantes de problemas entre campesinos que se agreden con machetes y otras armas.
Indicó que otro de los problemas que enfrentan en este corregimiento es el pésimo estado de los caminos de penetración que mantiene prácticamente incomunicadas a diferentes comunidades rurales durante la estación lluviosa, que no pueden trasladar sus productos para la venta en el mercado.