La satisfacción sexual se logra cuando ambos miembros de la pareja se sienten complacidos después de un coito.
Claro, previo a la entrega sexual existen ciertos signos que te indican que uno de los dos siente la necesidad de entregarse íntimamente.
Por ejemplo, las pistas de tu mujer deben ser escuchadas con mucha atención. Recuerda, nunca fue o ha sido fácil entender a una mujer.
Algunas de las señales que ellas emiten, si no se las conoce e interpreta correctamente, pueden ser equivocadas, por eso no se debe sentir alguno al momento de preguntarle si lo que se hace se está haciendo bien.
GUIATE DE LAS SE�ALES
Amigos, si se presta atención a las recomendaciones que dan los conocedores en materia sexual, la entrega íntima será mejor.
SE�ALES CORPORALES:
Cuando los pezones pasan a estar firmes y erguidos en medio del juego previo, es una buena señal.
Esto generalmente viene acompañado de gemidos y un leve rubor sobre la zona superior del pecho.
Y es que es importante recordar que durante el acto sexual, también son muestras positivas una leve agresividad de la mujer (por ejemplo si clava sus uñas en nuestra espalda) y la tendencia a hablar expresando satisfacción o incitándonos a más.
Si vemos que se dan muchas de estas condiciones o todas ellas, seguramente habremos dado con su punto G.
Hipersensibilidad emocional: Mucho se ha escrito sobre la imprevisibilidad emocional de las mujeres y la incapacidad de los hombres para entenderlas.
Pero si observamos que ella dan rienda suelta a sus sentimientos, luego de una sesión entre las sábanas, podemos empezar a felicitarnos por el éxito alcanzado.
Las alternativas luego de un orgasmo femenino pueden ir desde un leve cambio de humor hasta una pequeña crisis de llanto (crisis en el buen sentido, pensado como una catarsis emocional disparada por el placer sexual).
LA SIESTA:
Aunque parezca mentira, es una buena señal que nuestra compañera de lecho elija el sueño como acto inmediatamente posterior al sexo.
Lejos de reflejar aburrimiento, es una forma de recuperarse del cansancio por los orgasmos que, en el mejor de los casos, le provocamos.
LOS MIMOS:
Mientras tanto, la mitología popular masculina revela que los hombres eligen simplemente darse vuelta y empezar a roncar luego del coito, las mujeres muchas veces eligen lo contrario.
Besos, caricias y el contacto de su piel son una manera habitual de demostrar gratitud si están satisfechas.
LA FORMA DE CAMINAR:
Si se levanta para ir al baño y sus piernas tiemblan, podemos quedarnos tranquilos y satisfecho de haber logrado un acto sexual perfecto.
La sonrisa interminable:
La boca, a veces sin hablar lo dice todo. Una sonrisa permanente, dulce y agradecida es un síntoma inconfundible en una mujer que ha saciado sus deseos y apetitos sexuales.
LA MIRADA:
Si nos damos cuenta de que nos mira de manera profunda a los ojos mientras sonríe todo el tiempo y pasa la mano por el pelo, también podremos calificarnos con un "aprobado". Acompañado de la frase mágica "te amo" podrá tener una connotación diferente en otros contextos, pero en este caso va directamente dirigida a nuestro desempeño sexual.
EL DIA SIGUIENTE:
Si todo lo anterior no es suficiente o no se cumple la mayoría de los puntos descriptos, la prueba última será su comportamiento al día siguiente.
Si su humor sólo puede calificarse de sublime, la sonrisa en sus labios es una constante y encontramos nuestra rutina matinal interrumpida por el silbido o tarareo de su canción favorita, podremos estar más que conformes con la entrega sexual.
