Lamentablemente el jurado quedó como un "capa perro", al utilizarlo como tremenda bola de ping pong al no aceptar su decisión. Para qué le preguntaron al jurado si la hija de Ana Pérez podía bailar, si al final la producción decidió enviar a los soñadores a elegir, que era obvio que darían el sí porque nadie quiere quedar como el malo de la película. Ellos sabían que Ana no iba a bailar, pero pensaban que el jurado daría el sí y "bam" le salió el tiró por la culata, porque el jurado dijo que no.