La Navidad es un tiempo para el regocijo popular, en donde los niños más desamparados reciben el amor y el desprendimiento del prójimo. Por tradición, las autoridades gubernamentales han realizado grandes eventos para conmemorar el Nacimiento de Jesucristo. Las posadas en vivo, la colocación de árboles navideños iluminados y las paradas de fin de año evocan la magia de esta fiesta familiar.
Sin embargo, en los últimos años, los eventos navideños se han vuelto un tema político. Uno que pretendió ser candidato a presidente de la república, intentó explotar el Desfile de Navidad como plataforma para su lanzamiento en la pasada campaña electoral. Esto fue así por espacio de 10 años y los miembros de Concejo Municipal, en su mayoría del Partido Revolucionario Democrático (PRD), jamás hicieron recomendaciones o se opusieron al costoso presupuesto de la parada estimada en casi un millón de dólares.
Ahora, cuando surge una propuesta de hacer algo diferente para las fiestas de fin de año, los miembros del PRD han hecho todo un escándalo por la idea de crear una "Villa Navideña", a todo lo largo de la Cinta Costera.
Con un costo cercano a los 800, 000 dólares, la Villa Navideña se convertirá en una especie de "Calle Belén gigante", durante cerca de 20 días, entre el 11 y el 31 de diciembre de 2009. Globos enormes de personajes animados se pasearán en una parada navideña, mientras que espectaculares escenarios se distribuirán para regocijo de los niños y adolescentes que vendrán a ver los sets instalados. Todo al mismo costo de la parada que solamente se realizaba por espacio de un día.
La idea del alcalde capitalino Bosco Ricardo Vallarino es una forma de brindar un evento más convincente para el pueblo. Pero para el PRD, que solo piensa en joder la paciencia, esto es un proyecto fantástico al estilo de Disney.
Igualmente, los concejales perredistas no cesan su oposición a todo lo que haga Bosco, ahora argumentando que el proyecto de hacer varias piscinas inflables gigantes, a manera de juegos acuáticos, no es viable.
Las piscinas inflables, hechas en la República Popular China, son una opción para trasladar a barrios de extracto popular, un parque de diversiones acuático durante los días del verano. De allí una pregunta: �No es bueno que los niños y jóvenes tengan derecho a disfrutar de juegos novedosos, de forma gratuita, siendo esto una opci�n para que dejen las calles y las bandas delincuenciales?
La Villa Navideña y las piscinas inflables son opciones para que los panameños tengan un momento ameno para la diversión en familia. De allí que no entendemos las críticas del PRD y de comentaristas como Juan Carlos Tapia, el cual abiertamente respaldo al candidato por la Alcaldía del pasado Gobierno.
Solo miren el espectro representativo de los concejales perredistas. En los barrios de estos señores reina la delincuencia y la violencia. En Río Abajo, Santa Ana, Calidonia y Pedregal, los niños no tiene sitios para divertirse. �Y que hacen los representantes del PRD en esas comunidades? La respuesta es simplemente nada.
Y es que cuando estos eventos de fin de año se realicen, las críticas se caerán por si solas y no habrá argumentos para rechazar estas propuestas. Dejen trabajar al alcalde capitalino, pues apenas empieza su gestión. Y al PRD, que sepa hacer oposición constructiva y recomiende proyectos para mejorar la calidad de vida de los panameños.
