La adolescencia es una edad muy difícil. En ella, muchos chicos piensan que son incomprendidos o que simplemente no encajan en ningún lugar, sumado a todo eso van los problemas de acné; además, durante esa época los chicos buscan definirse.
Algunos descubren que tienen habilidades con la computadora, otros con vídeos juegos, algunos son anti-deportistas, pero también están los que encuentran en los deportes "eso", eso que andaban buscando para sentirse cómodos y felices.
Uno de esos casos, donde el deporte es el protagonista principal en la vida de un adolescente, es el de Enrique Alberto Montero Sandoval, un jovencito de 15 años, que ya es considerado una de las fichas más pesadas dentro del mundo del triatlón panameño.
UNA MIRADA
A simple vista, este chico demuestra que no pierde el glamour ni a sol ni a sombra, pues hasta en las competencias siempre anda combinado y con estilo de conquistador.
De cabello oscuro, con ojos de igual color que oculta detrás de unas gafas durante las competencias, de tez "panameñito vida mía" y de contextura delgada, Montero se ha convertido en el terror de la categoría Iron teen.
Estudiante del colegio Chino Panameño, cursa el 10 grado B, pasa la mayor parte de su tiempo entrenando para ser uno de los triatletas más destacados de la Unión de Triatlón de Panamá, UPM.
Para Montero, el triatlón es un deporte que tiene disciplina, ya que este encierra tres deportes en una sola competencia, por lo que además se debe desarrollar mucha concentración y fuerza de voluntad para superarse cada vez más y no ser conformista.
DETRAS DEL TRIATLETA
Se dice que detrás de cada gran atleta, hay alguien que le hala las orejas y que utiliza la psicología para que se esfuerce cada vez más. En el caso de Montero, esa persona es el entrenador Marcos Antanopulos.
Este jovencito, que nació el 22 de noviembre de 1991, de signo escorpión, se siente apoyado por toda su familia.
Después de entrenar, su pasatiempo favorito son los vídeos juegos, lo que debe combinar con su horario de entrenamiento, que es de dos horas diarias. �l ha tenido que aprender a dividir el tiempo entre la escuela, los amigos y el triatlón.
EL FUTURO
Enrique sabe que esto del deporte puede ser pasajero y que siempre se debe contar con una educación que respalde a las personas.
Es por eso, que él quiere ser piloto de avión, pero también quiere ser el número uno del ranking de la categoría Ironkids, razón suficiente para esforzarse mucho.
