Mi pregunta es: �a dónde van los pasos de Panamá Oeste?
�Podrán ganar o es simplemente un sueño?
Los Vaqueros que pisaron tierra en 1975, jugando su primer torneo nacional de la categoría juvenil, salen nuevamente a la cancha, con más ilusiones que fundamentos.
El béisbol es un deporte de ciencia y de sorprendidos. Este año las riendas las lleva el cubano Rigoberto Blanco, un hombre de mucha experiencia y escuela, pero no es un mago.
Oeste tendrá que jugar fuerte en el terreno y mostrar que sigue siendo un equipo guerrero en cualquier certamen juvenil.
Panamá Oeste ganó en 1986 y 1996 y el triunfo no parece estar en su mirada al horizonte.
El juego de Oeste se basa en la buena defensa y en el ataque de sus bateadores. El pitcheo parece lo más endeble, pero cualquier cosa puede pasar.
Junto a Blanco estará Roberto Camarena, un ex jugador de la categoría e instructor por excelencia con Oeste.
La madera de los Vaqueros se pone fina cuando aparecen José Ross y Samuel Suárez, dos bateadores de alto perfil.
En la loma se perfilan Rodolfo Moreno y Francisco Vaso.